La hibridación o fusión del hombre con la inteligencia artificial es el único camino para evitar que la humanidad quede relegada a un 2º plano tras la IA. Por otra parte, no es algo contra natura; En nuestra Naturaleza humana está la curiosidad, investigación, exploración y resolver problemas para tener una mejor calidad de vida y garantía de supervivencia y seguridad.

La IA es una tecnología más que nos ayuda a mejorar nuestra especie, como en su día lo hicieron las gafas, marcapasos o miembros biónicos. En este caso, en lugar de mejorar la vista, el oído (con un sonotone), un miembro amputado, o un riñón o corazón, mejoraremos el cerebro, integrándolo con tecnología creada por los humanos. Por lo tanto, es algo connatural al ser humano y que nos permitirá seguir evolucionando como especie.

Hasta ahora, todos los animales hemos evolucionado mediante mutaciones aleatorias de nuestros genes, que la evolución natural fue seleccionando. Nosotros, a través de la tecnología, hemos mejorado nuestra vida con lentillas, navegación por gps, etc; Ahora lo haremos modificando, no nuestro exterior, sino nuestro interior, al comprender y conocer cómo estamos diseñados.

Fuimos modelados en la época de las cavernas, y evolucionamos muy lentamente adaptándonos al entorno. A partir de ahora, evolucionaremos a la velocidad del entorno, mediante un crecimiento exponencial de nuestra inteligencia y conocimiento.

Un fascinante camino a la singularidad, en el que quizá la nanotecnología sea el modo de llevar a cabo esa hibridación hombre-máquina...